
Con “Cinco historias para Slavin “ de Ramon Riera, cerramos nuestro primer ciclo de lecturas on-line. Cinco historias que a modo de poema collage se unifican en un solo relato para hablarnos de la necesidad de “construir sentidos” para poder adaptarnos y evolucionar como seres humanos. Historias que hablan de una “convicción emocional de que la vida vale la pena” —de que la vida es más una fuente de oportunidades que de amenazas—, y de que como este sentimiento de ser valiosos se adquiere a través de una conexión emocional con los demás y con la ayuda del arte. Como señala Riera necesitamos el arte para crear sentidos, es decir, necesitamos historias para sobrevivir.
Slavin hace referencia a que “Necesitamos arte para así no morir de verdad”. Una “verdad” que Slavin asocia al sufrimiento común de todos los humanos: la certeza de muerte —o ansiedad de aniquilación, en lenguaje analítico—. Realidades, que van más allá de las palabras, y que podemos representar y compartir a través del arte. En esta búsqueda de sentido creamos espacios —denominados por Winnicott espacios transicionales— para el arte, donde poder elaborar y amortiguar estas certezas de impermanencia y brevedad arraigadas en todos nosotros. Así pues, en estos espacios compartidos de “sufrimiento común” podrá emerger nuestro más conmovedor vinculo humano de potencial creador y tranquilizador; zonas comunes donde reconciliar los propósitos separados y diferenciados de uno mismo y del otro. En definitiva, lugares donde puede surgir la “amorosa sintonía” —conexión con el otro— y el “enorme grado de empatía”: desafío de ser visto y sentido para volver a comenzar el proceso de dar sentido y significado.
Desde esta perspectiva existencial-adaptativa a través del arte propuesta por Slavin hemos querido configurar nuestros espacios de lectura. Este primer articulo ha supuesto para nosotros el inicio de un lugar en el que comenzar a expresar nuestra individualidad y adaptarnos al grupo. Desde este inicio, hemos podido transitar hacia las siguientes propuestas de lectura.
La segunda lectura de este ciclo, “Si la música (o cualquier tipo de arte) no supiera, nada sería tal y como es ahora” de Luis Raimundo Guerra, ofrece esa otra mirada que nos ayuda a entender la perspectiva evolutiva propuesta por Slavin. El texto de Raimundo señala algo que parece ser innato en todos nosotros, y es que los seres humanos venimos a este mundo “desfondados”, es decir, sin la capacidad para comprender la realidad y leer la subjetividad propia y ajena. Según el autor, carecemos de estructuras para dar sentido a nuestras propias experiencia y a las relacionales. Necesitaremos por tanto de unos “filtros” —estructuras de acogida— para poder evolucionar. Raimundo señala que serán el grupo familiar y la cultura —el arte— las estructuras de acogida en las que poder comprender —“fondarnos˝— la realidad propia y ajena. Estructuras donde co-construimos hábitats adecuados de contención, recogimiento y transformación. Espacios transicionales o estructuras que nos sitúan en una situación liminal —en la cual no se está ni en la realidad ni en la fantasía, quizá en ambas— que posibilitan el proceso creativo — o “juego” como diría Winnicott— para podernos adaptar y evolucionar.
El tercer articulo , “Cinco historias para Slavin” de Ramón Riera , cierra este primer ciclo de lecturas compartidas. Nos parece adecuado para terminar hacer referencia a la quinta historia (la de Manuel Baixauli). En esta ultima historia, Riera hace referencia a esas dos caras de una misma moneda —de las que habla anteriormente Slavin— que configuran la experiencia humana. Por un lado, la adquisición de la convicción emocional —certeza de vida— a través del ritual, la familia y el grupo social; y por el otro, la figurada por el propio protagonista de la historia, Manuel Baixauli, que representa a aquellos antepasados que al adquirir capacidades cognitivas —que les permitían anticipar su futuro— se encontraron con el sinsentido de vivir una vida para morir. Nos hayamos pues ante esas dos caras o zona liminal, referenciada por Raimundo Guerra, que configuran el ciclo de la vida.
Este ciclo de vida nos sirve para hacer referencia a como ha sido nuestro primer ciclo de lecturas. A través del mismo hemos ido configurando un espacio en el que poder entender nuestros propios pensamientos y los de los demás. Sin duda la experiencia ha sido muy enriquecedora fruto de las diversas aportaciones que han ido surgiendo. En estos encuentros hemos —como nos recuerda Slavin respecto de la música— establecido expectativas para después romperlas y rehacerlas mas tarde.
Como todo ciclo, el nuestro también requiere de una continuidad. Ahora le toca a la música, o como diría Ethan: “la musica sabe”. Con las palabras de Ethan a Slavin queremos titular y dar comienzo a nuestro segundo ciclo de lecturas. Después de este abordaje de la perspectiva existencial-adaptativa del arte (en el primer ciclo), nos centraremos en la aplicabilidad del arte —en nuestro caso de la música— en nuestra practica profesional. Para ello, en este segundo ciclo hemos escogidos la lectura de casos clínicos en musicoterapia. La lectura y el debate de los mismos hará que surjan nuevas ideas que sin duda conectaran con las ya surgidas. Seguimos pues, con este ánimo de seguir construyendo espacios de relación.
Sólo la música
puede ocupar el lugar del pensamiento.
O su nolugar,
su autoespacio vacío,
su vacío lleno.
El pensamiento es otra música.
Y sólo el pensamiento
puede ocupar a su vez el lugar de la música
e infiltrarse como ella
en el extremo más distante de lo que existe,
como un casi animal tan consecuentemente fino
que puede entonces llegar hasta ese punto
donde el ser deja de ser el ser
para ser algo más que el ser.
Roberto Juarroz
La forma de encuentro atravesada en esta experiencia se articula necesariamente con el contenido de las lecturas, fundando un grupo humano, una cueva donde significar, un «entre» nutrido de representaciones y un conjunto de subjetividades con historias personales y profesionales muy diversas, pudiendo reflexionar acerca de unos rasgos comunes en el hacer musicoterapéutico y que podrían colaborar con nociones de base para el encuentro con un otro en nuestra práctica. Ha sido una experiencia muy grata y enriquecedora. Agradezco a los organizadores de la propuesta y a los compañeros de lectura y recomiendo este tipo de espacios para otros musicoterapeutas. Nos vemos en el segundo ciclo!
Hola Lucia, que bueno haber contado con tus reflexiones y experiencia profesional como Musicoterapeuta. En tu discurso siempre había esa sensación de escuchar a alguien que nos hacia ir más allá de nuestros propios pensamientos. Seguimos encontrándonos para volver ha contar “historias”.
Espacios de crecimiento, con continuas reflexiones e intercambio de conocimiento.
Momentos como estos nos hacen poner en jaque nuestros principios y opiniones. Nos enseña a aprender a defender nuestro punto de vista pero a su vez nos brinda la oportunidad de evaluarlo y reflexionar sobre lo que pensamos.
Muy bien gestionado por dos grandes profesionales que facilitan en todo momento la discusión centrada en los contenidos del texto.
Muy recomendable para estudiantes, terapeutas recién titulados y (creo) también para terapeutas con largas trayectorias, ya que compartir puntos de vista desde diferentes momentos vitales y profesionales es lo que hace que las conversaciones sean más productivas.
Felicidades por el trabajo!
Gracias Aina! Como terapeutas siempre estamos en ese ir y venir para poder transitar hacia nuevos aprendizajes. Como señalas, en uno de nuestros encuentros hablamos de que el «pensamiento» no distingue entre estudiantes, profesionales que acaban de comenzar o de larga trayectoria profesional. El «pensamiento» —opinar— es algo arraigado a todos nostr@s y que por tanto nos coloca en el mismo lugar. Esperamos seguir generando nuevos espacios de relación en el que volver ha ser participes de tus interesantes opiniones; lugares en los que podamos volver a escuchar tus «historias».
Tal y como ya os he transmitido mediante lo más personal que tenemos en estos días complicados, es decir, la videollamada, lo más intenso que ha surgido durante estos dos ciclos de lecturas compartidas para mí es agradecimiento.
Agradecimiento por crear, precisamente, esta cueva, como decís bien y como Slavin decía, en la que compartir pensamientos, dudas, inquietudes y, sobre todo, momentos. Porque al final, los momentos son, para mí, la cajita en la que metemos todo, a veces a presión, a veces más ligero.
Y estos han sido ligeros por lo fácil que se ha hecho la comunicación y lo sencillo que ha resultado compartir, pero aun así bien habitados, llenos de emoción, ya que solo así hemos podido lograr los aprendizajes que estoy segura que todas nos llevamos de cada una de estas sesiones.
Gracias por organizarlo, por querer ayudarnos a aprender, por querer que nos ayudemos a aprender.
¡Espero poder volver a compartir pronto!
El agradecimiento es nuestro Alba. Ayer leíamos un articulo en el que se ponía en valor la importancia de «tolerar la incertidumbre». De tal manera, mostrando nuestra incertidumbre, hemos ido construyendo entre todas y todos este espacio de pensamiento –»cueva» como dices– en el que poder comunicar, llenos de emoción, dudas e inquietudes.
Como decía Sócrates, el punto de partida es no dar nada por sentado y dar lugar a la reflexión. Sigamos por esta senda del pensamiento incierto en el que cualquier persona puede estar acertada o equivocada.
¡Abrazos y esperamos compartir contigo pronto!
Interesantísimas sesiones donde el material propuesto invita a reflexionar sobre aspectos profundos tanto de la práctica (musico)terapéutica como de la existencia humana donde, todos los asistentes, hemos podido enriquecernos mútuamente tratando temas sobretodo enfocados en la compleja a la vez que maravillosa potencialidad relacional intrínseca en un proceso musicoterapéutico.
Realmente, es un gusto y un placer haber podido formar parte de esta brillante iniciativa. Muchísimas gracias por vuestro conocimiento y vuestra luz, y por darnos la oportunidad de participar en esta experiencia sumamente recomendable y de interés multidiscipinar.
Gracias Nora ! Interesantes son las sesiones donde participa gente con actitud de relacionarse y dar a conocer su experiencia. Entre tod@s nos damos la oportunidad de brillar y tener un poquito más de luz. Como señala Harry Stack Sullivan, en el reconocimiento de nuestras cosas en común con los otros está la clave de una vida más enriquecedora.
Esperamos seguir formando parte de tus reflexiones, abrazos !