
Hemos iniciado ya nuestra propuesta de lecturas de textos on-line. Para esta ocasión hemos escogido tres textos — de Slavin, Raimundo Guerra y Riera— que evidencian lo intrínseco del arte —del “juego” como diría Winnicott— en el ser humano, por su capacidad para poder adaptarnos a la realidad y evolucionar. Este ha sido precisamente nuestro sentir, nuestra propia necesidad de seguir evolucionando ante el confinamiento ha hecho que nos planteemos generar un espacio para el encuentro con el otro, en el que poder crear y elaborar pensamientos.
Después de dos sesiones realizadas, tanto en el grupo de los miércoles como en el de los jueves, podemos decir el placer que sentimos ante las distintas e interesantes opiniones que van surgiendo. Poco a poco vamos configurando un espacio en el que poder entender nuestros propios pensamientos y los de los demás. Un espacio que pretende asemejarse a esas “cuevas “ prehistóricas utilizadas desde nuestros ancestros para poder confrontar la realidad; “espacios transicionales” —denominados por Winnicott— para poder transitar entre la realidad externa e interna.
Sin duda la experiencia esta resultando muy enriquecedora fruto de las diversas aportaciones que van surgiendo. A través de estos encuentros estamos —como nos recuerda Slavin respecto de la música— estableciendo expectativas para después romperlas y rehacerlas más tarde.
Nos queda una última lectura —“Cinco historias para Slavin” de Ramón Riera— que sin duda promete ser apasionante, en la linea de lo experimentado hasta ahora. En esta idea de recordar y repetir para crear, ya estamos preparando las siguientes lecturas que en breve os avanzaremos en el blog.
No se trata de hablar,
ni tampoco de callar:
se trata de abrir algo
entre la palabra y el silencio
Roberto Juarroz
Bonito espacio de encuentro el que se ha creado durante estas tres semanas. Conversaciones en torno al arte, lecturas compartidas, ideas, reflexiones… Siempre es bueno crear este tipo de instancias para replantearnos, escuchar y compartir diferentes miradas.
Muchas gracias!
Gracias Diego ! Tenemos el recuerdo de algún problema de conexión que tuviste por internet desde tu residencia en Chile. Aun así, no dejaron de ser pormenores y nos quedamos con las interesantes reflexiones que aportases respecto al arte como herramienta política. En este sentido, aunque somos terapeutas, no debemos mantenernos ajemos a la responsabilidad política que tenemos como ciudadanos. Los musicoterapeutas somos parte de la estructura social y organizativa de la comunidad, y de tal manera, nos debemos sentir interpelados con nuestros conocimientos para estar al servicio de la misma.
Esperamos reencontrarnos pronto contigo para seguir dando intención a nuestros pensamientos. Abrazos !!
El ciclo de lecturas compartidas ha sido un espacio muy interesante.
El grupo, super respetuoso, empático y abierto a escuchar y ser escuchado. Hemos podido, a traves de la lectura, transitar por temas diferentes. La relación terapéutica, la música y el arte como vehículo de relación, entrar en el mundo del paciente desde la sabiduría del paciente…
Un lugar para pasar un buen rato y repetir
Hola Esteve ! Que interesante lo que comentas: «entrar en el mundo del paciente desde su sabiduría»; quizás es ahí donde nace la empatía como terapeutas, en el despojarnos hasta cierto punto de nuestras propias creencias para ser capaces de ver que en toda persona hay una fuente de sabiduría consecuencia de su experiencia vital. Aun así, como sugeriste en una sesión «hasta qué punto es necesario — o podemos— conectar con todo». Tal vez la respuesta esté, como nos dice Slavin, en un «escuchar música… es la única cosa, cuando nadie sabe, ella sabe».
Que la música y la empatía nos hagan repetir para pasar un buen rato, abrazos relacionales!