
“La musicoterapia no es solo lo que es actualmente,
también es lo que promete ser cuando se haya
desarrollado plenamente” (Bruscia, 2007, p26)
La musicoterapia analitica nace de la mano de Mary Priestley como un encuadre musico-verbal para explorar el mundo interno del paciente. A medida que las teorías psicoanalíticas avanzan lo hace también la musicoterapia analítica. Estos avances del psicoanálisis hacia lo relacional son particularmente interesantes para el desarrollo de la musicoterapia relacional por las cualidades especificas de la música como medio para el análisis intrapersonal e interpersonal.
Los orígenes de la musicoterapia analítica (MTA) se remontan al pensamiento psicoanalítico. El término fue acuñado por una musicoterapeuta británica, Mary Priestley, que interesada por la obra de Juliette Alvin, comenzó a entender las improvisaciones libres como herramientas para acceder al mundo emocional de las personas. Mary Priestley entendía la musicoterapia analítica como “el uso de palabras y música simbólica improvisada por el paciente y el terapeuta, con el propósito de explorar la vida interna del paciente y facilitar su desarrollo“. (Bruscia, 1999, Pág. 115)
En la musicoterapia analítica la relación terapeuta-paciente es tanto verbal como musical. La música es una herramienta para favorecer la elaboración verbal de aspectos profundos y difíciles de verbalizar; es decir, sirve para mejorar los efectos de la relación terapeuta-cliente sin ser , al menos no necesariamente, el principal agente terapéutico. El objetivo del musicoterapeuta es atender las necesidades del cliente a través de cualquier medio que parezca adecuado. Terapeuta y paciente debaten preocupaciones del paciente, eligen un titulo o un tema, improvisan y después comparten lo vivido de manera verbal.
Mary Priestley observo que a través de sus intervenciones sus pacientes conseguían establecer una comunicación verbal más libre, mejorar las capacidades de interacción con los otros, mayor conocimiento emocional y mayor creatividad y espontaneidad; Priestley atribuía estos cambios al acceso al mundo inconsciente gracias a la interpretación y análisis de la transferencia y contratransferencia surgidas a partir de la experiencia musical. Pero, al igual que el psicoanálisis se ha ido desarrollando y construyendo gracias a las valiosas aportaciones de psicoanalistas como Kohut, Winnicott, etc, la musicoterapia analítica no debe quedarse ajena a estos cambios. Posiblemente Mary Priestley hubiera estado muy atenta a los avances del psicoanálisis y el nuevo paradigma psicoanalítico que supone el psicoanálisis relacional.
El psicoanálisis relacional toma distancia del psicoanálisis clásico tomando como referentes a autores que han bebido del conocimiento psicoanalítico ortodoxo y que sin abandonar su identidad psicoanalítica han podido darle alguna vuelta de tuerca dejando de lado las teorías pulsionales y edipicas de Freud, para centrarse en la necesidad de conectarse emocionalmente, en el vínculo, en la manera de relacionarnos partiendo de las relaciones más tempranas, en la intersubjetividad y en la empatía.
Entre las escuelas y autores podríamos destacar entre otros a Winnicott y Fairbairn (Relaciones objetables), Stephen Michell, Stolorow, Orange, Sullivan (Psicoanalisis intersubjetivo) y Pichon Rivière (teoría vincular). Partiendo del sustrato aportado por estos autores se hace evidente la necesidad de revisar conceptos que han sido válidos pero que se han quedado obsoletos para dar paso a maneras diferentes de entender al ser humano y a sus relaciones.
El Psicoanálisis Relacional es, según Rosa Velasco, “una forma de psicoterapia centrada en la relación, cuyo principal objetivo es el tratamiento del sufrimiento psíquico con el consecuente desbloqueo de iniciativas necesarias para el desarrollo emocional”. (R. Velasco, 2009; ¿que es el psicoanálisis Relcional?)
El psicoanálisis relacional aporta a la musicoterapia fundamentos de gran interés si tenemos en cuenta el carácter relacional de hacer, escuchar y sentir música de manera acompañada. Cuando dos o mas personas se juntan para tocar, bien de manera improvisada como interpretada, se hacen evidentes las dinámicas relacionales.
Evidentemente, para el desarrollo de la musicoterapia relacional hemos de tener en cuenta todos estos avances y nuevas perspectivas del psicoanálisis relacional y ser capaces de traducirlo a un lenguaje musical ya que la música en un encuadre terapéutico, ya sea improvisada, interpretada o compartida es, además de intrapersonal, intrínsecamente relacional.
Egoitz Urberuaga Gallastegui
Referencias
Bruscia, Keneth. (1998). The dynamics of music Psychotherapy. Barceona Publishers.
Bruscia, Keneth. (1999). Modelos de Improvisación en Musicoterapia. Colección música arte y proceso
Priestley, Mary. (1994). Essays on Analytical music therapy. Barcelona publishers.
Th. Eschen, Johanes. (2002). Analytical music therapy. Jessica Kingsley publishers.
Velasco, Rosa (2009). ¿que es el Psicoanalisis Relacional?. Clínica e investigación Relacional.